La medicina andina interviene dentro de esta visión de sanación integral. Desde la época de nuestros ancestros, los taytakuna yachakuna o sabios han practicado esta sanación a través del uso de plantas y animales medicinales para las enfermedades relacionadas con el cuerpo. En cambio, para tratar una enfermedad espiritual o del alma siempre ha sido necesaria la participación de fuerzas energéticas de la naturaleza, como es la limpia y purificación con energías captadas desde los sitios sagrados de vertientes, cerros, piedras y otros. Por último, una enfermedad emocional que es producto de preocupaciones, tiene que ver con el comportamiento o actitud de los seres más allegados o de su entorno. En este caso las comunidades siempre han sabido curar por medio de buenos consejos con personas sabias.
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